Atención: este es solo el objetivo de esta dieta, no necesariamente su resultado. Los resultados varían según la persona. Consulte con su médico o dietista antes de comenzar esta (o cualquier otra) dieta.
La dieta Monohidratación es una variante de la dieta Mono, pero es muy diferente de otras dietas mono.
Puedes comparar la dieta de monohidratación con otras dietas en la página de inicio .
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Al seguir la dieta de monohidratación, se sustituyen todas las bebidas por agua. Esto implica que muchas personas tienen que dejar de consumir bebidas que les gustan, como refrescos, café y alcohol.
La idea detrás de la dieta de monohidratación es que se consumen muchas calorías con estas bebidas. El agua no contiene calorías. Por lo tanto, al reemplazar todas las bebidas con agua, se puede reducir la ingesta calórica diaria.
Para que te hagas una idea: un vaso promedio de refresco (como una cola o una Fanta) contiene unas 100 kilocalorías. Una cerveza contiene unas 110 kilocalorías por vaso y una copa de vino, entre 65 y 85 calorías. Así que, si bebes 3 vasos de refresco y 2 cervezas al día, ya estás consumiendo más de 500 calorías, lo que representa una proporción considerable de las calorías que necesitas al día .
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En cuanto a la prohibición del consumo de refrescos y alcohol, la dieta de monohidratación se ajusta a las recomendaciones del Disco de los 5 , una guía del Centro de Nutrición de los Países Bajos. En este caso, también se recomienda no consumir alcohol ni refrescos.
El café y el té tampoco están permitidos en la dieta de monohidratación. El café contiene muy pocas calorías: 2 kilocalorías si se bebe sin azúcar ni leche. El té no contiene ninguna caloría (incluso sin azúcar ni leche), pero aun así se evita en esta dieta. Solo hay un tipo de bebida (monohidratante): el agua.
Consulte con su médico o dietista antes de comenzar esta (o cualquier) dieta.
Muévete a tu propia discreción
Con la ayuda profesional de un dietista le resultará más fácil alcanzar sus objetivos. Póngase en contacto con un dietista de su zona o hable con un médico antes de empezar cualquier dieta.
Tenga en cuenta que la mayoría de las dietas no tienen base científica.
Consulte a su médico o dietista antes de empezar una dieta, sobre todo si padece alguna enfermedad crónica como diabetes, enfermedades cardiovasculares, pulmonares o renales.
Si crees que podrías tener un trastorno alimentario (como anorexia o bulimia), es importante que busques ayuda profesional. Contacta con tu médico de cabecera o busca ayuda en otro lugar. Aquí encontrarás una lista de varios sitios web que ofrecen ayuda en línea. Estos sitios también ofrecen información para quienes conocen a alguien con un trastorno alimentario.