Atención: este es solo el objetivo de esta dieta, no necesariamente su resultado. Los resultados varían según la persona. Consulte con su médico o dietista antes de comenzar esta (o cualquier otra) dieta.
El día de equilibrio fue inventado por el Centro de Nutrición Holandés. Para el resto de los días, consulte el Disco de 5. Un día de equilibrio es aquel en el que se compensa lo que se comió o bebió en exceso el día anterior.
En la página de inicio puedes comparar días de equilibrio con diferentes dietas.
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El objetivo de un día de equilibrio es ayudarte a evitar subir de peso (por ejemplo, por haberte comido una bolsa de patatas fritas el día anterior). El objetivo es mantener una ingesta calórica equilibrada.
El consejo es comer y beber menos calorías de lo habitual (consulta cuántas calorías necesitas al día en la página de conteo de calorías) . Así compensas el exceso de calorías que comiste o bebiste el día anterior. Por ejemplo, un desayuno de 200 a 350 calorías, un almuerzo de 350 a 600 calorías y una cena de 375 a 750 calorías.
En tu día de equilibrio, come muchas frutas y verduras. Asegúrate de obtener una buena dosis de vitaminas y minerales. Sobre todo, come o bebe menos (o nada) de productos grasos o con azúcares añadidos.
En tu día de equilibrio, también puedes optar por quemar las calorías extra haciendo más ejercicio de lo habitual. Por ejemplo, haz 20 minutos de entrenamiento cardiovascular intensivo a intervalos.
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Consulte con su médico o dietista antes de comenzar esta (o cualquier) dieta, especialmente si tiene diabetes.
(Ejemplo) Cardio a intervalos intensivo durante 20 minutos
Con la ayuda profesional de un dietista le resultará más fácil alcanzar sus objetivos. Póngase en contacto con un dietista de su zona o hable con un médico antes de empezar cualquier dieta.
Tenga en cuenta que la mayoría de las dietas no tienen base científica.
Consulte a su médico o dietista antes de empezar una dieta, sobre todo si padece alguna enfermedad crónica como diabetes, enfermedades cardiovasculares, pulmonares o renales.
Si crees que podrías tener un trastorno alimentario (como anorexia o bulimia), es importante que busques ayuda profesional. Contacta con tu médico de cabecera o busca ayuda en otro lugar. Aquí encontrarás una lista de varios sitios web que ofrecen ayuda en línea. Estos sitios también ofrecen información para quienes conocen a alguien con un trastorno alimentario.