Atención: este es solo el objetivo de esta dieta, no necesariamente su resultado. Los resultados varían según la persona. Consulte con su médico o dietista antes de comenzar esta (o cualquier otra) dieta.
La dieta de eliminación es un método para descubrir si ciertos síntomas son causados por alimentos. Esto se logra eliminando muchos productos de la dieta y observando si los síntomas desaparecen. De ser así, la dieta de eliminación suele ir seguida de una dieta de provocación, en la que se reintroducen los productos.
Puedes comparar la dieta de eliminación con otras dietas en la página de inicio .
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Al seguir una dieta de eliminación, se evitan todos los alimentos que puedan causar problemas de salud. Esta amplia gama de productos puede dificultar enormemente el seguimiento de una dieta de eliminación. Por lo tanto, se recomienda seguirla bajo la supervisión de un profesional, por ejemplo, un dietista.
Por lo general, la dieta dura entre 2 y 6 semanas. Sin embargo, según la variante o la situación, puede ser más corta o más larga.
La dieta de eliminación se utiliza para diferentes dolencias o indicaciones médicas. Por ejemplo, puede utilizarse para detectar alergias alimentarias. Tres ejemplos de otros tipos de dolencias o indicaciones donde se utiliza la dieta de eliminación son:
En el TDAH, la dieta de eliminación puede utilizarse para investigar si síntomas como los problemas de concentración y la incapacidad para controlar los impulsos se deben (en parte) a la comida. Un ejemplo de este tipo de dieta de eliminación es la dieta RED . Esta dieta está específicamente dirigida a niños con TDAH.
Cuando se sospecha enfermedad celíaca, se puede optar por eliminar el gluten. Si el gluten causa las molestias, se puede seguir una dieta sin gluten.
Las personas con problemas intestinales pueden usar una dieta de eliminación para observar el efecto de ciertos tipos de carbohidratos en los intestinos. Ejemplos de estas dietas de eliminación son la dieta GAPS y la dieta FODMAP .
Otro ejemplo de una dieta de eliminación para problemas intestinales es la dieta AIP, que apunta específicamente a enfermedades autoinmunes, incluida la enfermedad de Crohn.
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Los productos que suelen eliminarse de la dieta son los lácteos, la soja, el trigo, los productos con gluten, los mariscos, los cítricos, los crustáceos y los frutos secos. Las berenjenas, los tomates, las patatas, el huevo, el maíz y la carne de cerdo también se encuentran entre los productos que suelen eliminarse.
Lo permitido varía según la dieta de eliminación. Generalmente se permiten carne, pescado, verduras y frutas. Además, se puede beber agua y (normalmente) té.
Si la dieta de eliminación ha ayudado con sus molestias/síntomas, a menudo se realiza una dieta de provocación , también llamada fase de reintroducción (que sigue a la fase de eliminación) o prueba de provocación (alimentaria).
Durante la dieta de provocación (o fase de reintroducción) se reintroducen en la dieta los productos eliminados para descubrir cuáles de estos productos provocan las molestias.
Consulte a su médico o dietista antes de comenzar esta (o cualquier) dieta. La dieta de eliminación puede ser peligrosa, por ejemplo, debido a posibles deficiencias nutricionales.
Puedes encontrar varios libros sobre la dieta de eliminación. Por ejemplo, "Dieta de Eliminación", "La dieta de eliminación" y "Dieta de Eliminación y Libro de Cocina para el SII".
Algunos ejemplos de dietas de eliminación que figuran en este sitio son la dieta GAPS, la dieta AIP, la dieta FODMAP y la dieta RED.
Muévete a tu propia discreción
Con la ayuda profesional de un dietista le resultará más fácil alcanzar sus objetivos. Póngase en contacto con un dietista de su zona o hable con un médico antes de empezar cualquier dieta.
Tenga en cuenta que la mayoría de las dietas no tienen base científica.
Consulte a su médico o dietista antes de empezar una dieta, sobre todo si padece alguna enfermedad crónica como diabetes, enfermedades cardiovasculares, pulmonares o renales.
Si crees que podrías tener un trastorno alimentario (como anorexia o bulimia), es importante que busques ayuda profesional. Contacta con tu médico de cabecera o busca ayuda en otro lugar. Aquí encontrarás una lista de varios sitios web que ofrecen ayuda en línea. Estos sitios también ofrecen información para quienes conocen a alguien con un trastorno alimentario.